lunes, 11 de agosto de 2014

Inventario I : venirme con India en la mochila

  entregué mi pasaporte cargada hasta arriba de emociones, nervios, miedos, ilusión, frustaciones, decepción, alegría, novedades, sentimientos, motivación; quizás con ganas de encontrar algo allí que no busqué en su momento dentro de mí... ahora sé que está y que viajará conmigo allí donde vaya... y me encontré en medio del caos, el ruido de los claxon de los automóviles, motos, bicis, tuctucs, miseria, basura, animales, chatarra, vivir al día y el día porque no sabes qué va a pasar mañana, gente, mucha gente, personas, rostros, caras sin nombre pero con el alma que se ha vuelto conmigo, intocables, castas, incongruencia, colores, vida, sobrevida, calles sin orden, tráfico, ciudades interminables e imposibles, mezcla, diferencias, tolerancia, norte, sur, sorpresas y la sensación de falta de aire e hiperventilación tras un primer contacto ansiolítico , que dejó de serlo por las ganas de contacto y cariño, las ganas de disfrutar de cada momento para sacar lo positivo, un cambio desde el interior promovido por el exterior, el darlo todo sin tener nada y las sonrisas sinceras con las que me encontré después... tuve que dejar la mente occidental en blanco para sonreir ante las imágenes que aún hoy golpean mi mente a modo de bofetadas de realidad lejana, a modo de publicidad subliminal que no deja a nadie indiferente, realidad ajena hasta ahora, fotogramas de una película vivida y que, ahora, desde la distancia, cada día me inyecta fuerza  para dar gracias de haber nacido donde he nacido y donde mi destino, afortunadamente para mi forma de entender el mundo, lo marco yo misma.










No hay comentarios:

Publicar un comentario